A recuperar la credibilidad
Los
presidentes del Senado Roy Barreras y de la Cámara de Representantes, Augusto
Posada, ambos del Partido de la U, tienen sobre sus hombros la gran
responsabilidad de devolverle la credibilidad del legislativo a una opinión
pública cada vez más lejana del Congreso de la República.
La
fracasada reforma a la justicia, las decisiones judiciales contra los congresistas
o la ausencia del legislativo frente a los grandes problemas que enfrenta la
sociedad, minan la confianza ciudadana en sus representantes a quienes, en
muchos casos, ayudaron a elegir.
Por
eso la tarea aunque no será fácil, será necesaria cumplirla al pie de la letra.
Se trata de hacer que los colombianos recuperen la confianza en el legislativo
y no de una manera distinta a la de trabajar con transparencia de cara al país,
cumpliendo sus obligaciones y aprobando los proyectos necesarios para avanzar
en el desarrollo del país.
Y
es que recién comienza un periodo legislativo con una alta carga de expectativa
porque las relaciones con el gobierno quedaron resquebrajadas por el trámite de
la reforma a la justicia, porque muchos congresistas se sintieron que los
dejaron solos a pesar de la responsabilidad compartida con el Ejecutivo en la
aprobación y luego con el hundimiento de esa iniciativa.
Algunos
congresistas no solo se sintieron traicionados, sino que han venido lanzando
gritos de independencia.
Se
viene un periodo bisagra. Se cumplen dos años de gobierno Santos. La agenda
legislativa del ejecutivo debe quedar aprobada en su totalidad en diciembre.
Normalmente los proyectos de los congresistas tienen dificultades en su trámite
en este periodo.
Mientras
tanto, en el primer semestre de 2013 deberán quedar aprobados los proyectos de
origen parlamentario porque querrán mostrar resultados de su agenda propia ante
la opinión pública. De hecho eso les podrá asegurar su reelección en el 2014.
En
el segundo semestre de 2013 se inicia el periodo electoral y el trámite de
proyectos se dificulta, por eso es tan importante lo que suceda de aquí al 20
de julio del próximo año. Esa tarea queda en manos de los presidentes del
Senado y la Cámara, porque no solo deben recuperar la confianza de los
ciudadanos en el legislativo, sino que deberá asumir el estudio de los
proyectos con mucho juicio.
El
país está a la espera no solo de una buena agenda legislativa aprobada sino que
los males que han aquejado al Congreso de la República sean superados para que
prime la transparencia y el ciudadano de a pie vuelva a creer en quienes cada 4
años ayudan a elegir.
El
reto es enorme.
Comentarios