Prevención y detección temprana
El aumento de los casos de diferentes
clases de cáncer nos debe hacer reflexionar sobre la necesidad de adelantar
verdaderas campañas de prevención y detección temprana que deben ser
adelantadas por las EPS y las diferentes entidades prestadoras de salud tanto
públicas como privadas.
Basta ver las cifras de cáncer de seno
o de mama en Colombia. Al año son detectados más de 6 mil 500 nuevos casos y
más de 2 mil 100 mujeres mueren como consecuencia de esta enfermedad. Así mismo
preocupan las estadísticas de cáncer gástrico o de estómago y de las demás
clases de esta mortal enfermedad.
Pero sin duda una de las claves para
contrarrestar estas cifras, especialmente las de muertes de pacientes, tiene
que ver con la prevención y la detección temprana. Si existieran verdaderas
campañas adelantadas por las EPS y las demás entidades prestadoras de salud seguramente
el número de víctimas mortales sería infinitamente inferior.
Si se lograra prevenir a tiempo o se
detectará el cáncer en sus inicios, no sólo se salvarían muchas vidas sino que se
ahorrarían muchos recursos en los tratamientos. Por eso es urgente que el
sistema de salud tome medidas urgentes y destine los recursos necesarios para
adelantar verdaderas campañas de prevención.
Ese era uno de los principales objetivos
de la Ley Sandra Ceballos aprobada por el Congreso de la república y que aún
está en proceso de reglamentación. No se entiende cómo después de dos años de
sancionada hasta el momento el Gobierno
Nacional, a través del Ministerio de Salud no ha reglamentado totalmente esta
norma.
Porque no sólo se trata de la
prevención y la detección temprana, sino una atención integral de los pacientes
de cáncer, incluyendo la entrega de los medicamentos necesarios para los
tratamientos, que son costosos y que en muchos casos no llegan a los pacientes
de menos recursos.
Aunque el Plan Obligatorio de Salud,
POS, ha hecho avances significativos en esta materia, incluyendo algunos medicamentos
necesarios para tratar esta enfermedad, aún siguen por fuera otros que son muy
costosos. Y lo más grave, es que en Colombia son más caros que en otros países,
sin que haya un control real por parte del Estado, a pesar que se han tomado algunas
medidas de vigilancia de precios. Y son más caros en algunos casos porque las
EPS y otras entidades hacen el recobro al Estado lo que genera millonarias
pérdidas a las arcas oficiales.
Es urgente que el Gobierno Nacional
entienda realmente la dimensión de este problema y también exija a estas
entidades que adelanten eficazmente su labor frente a la atención de los
pacientes con cáncer. Es hora que se comiencen a ver resultados en esta tarea,
de manera que se reduzcan las cifras de muertes de pacientes con cáncer.
IN MEMORIAM
Mi padre, Alfonso Contreras murió hace
4 años (6 de septiembre de 2008) de cáncer gástrico o de estómago.
Mi jefe, HR Sandra Ceballos murió hace
4 años (21 de septiembre de 2008) de cáncer de seno o de mama.
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