Cuál tregua?


Según cifras de la Defensoría del Pueblo durante el mes que duró la tregua unilateral decretada por las Farc en medio de las negociaciones de paz con el Gobierno Santos, se cometieron 57 atentados terroristas.

De manera que hay que decir las cosas como son: no hubo tregua. Si se cometieron casi dos atentados terroristas por día durante ese período, no hubo una cesación real de las acciones contra la fuerza pública o la población civil, de lo que se trató en realidad fue de un engaño a los colombianos y una demostración que creerle a las Farc, aún en medio de las negociaciones de La Habana no deja de generar mucho escepticismo.

A pesar de esa contundente demostración, el único que parece no darle la importancia debida es el Pte. Santos quien declaró que: "las Farc cumplieron la tregua pero con excepciones". Estamos hablando de 57 excepciones en 30 días, a quien se quiere engañar con eso. Queda claro que no hubo tregua.

No es necesario esconder una verdad para tapar otro hecho aún más grave como exigir ahora que cesen las acciones terroristas bajo la amenaza de terminar el proceso de paz. Y lo es no porque no deba darse porque es apenas natural acabar unas negociaciones si no hay demostraciones de paz, sino porque un cese unilateral del fuego por parte de las Farc desde el inicio de los diálogos hubiera demostrado verdadera muestra de paz. El Gobierno  debió exigirlo antes de sentarse a la mesa y no hoy  porque eso deja dudas.

Si hubo 57 violaciones a la tregua y el Gobierno hoy cuestiona los actos terroristas que se cometan a partir de ahora por qué no se exigió desde el comienzo el cese unilateral del fuego a las Farc? Se trata de una reacción tardía a algo que era previsible? es simplemente de un acto presidencial que quiere esconder su propia equivocación? o la justificación al fracaso de unas negociaciones que no avanzan y sobre las cuales ya hay muchas dudas.

Y es que el problema no es solo la tregua, sino las diferencias frente al tiempo que durarán las conversaciones en La Habana. Se nos vendió la idea que íbamos a tener una paz express, porque se iba a negociar con una guerrilla derrotada militarmente y que en la práctica lo que se iba a dar era una rendición.  Los cálculos optimistas desde el Gobierno hablaban que en mayo de este año ya se habrían firmado la mayoría de los acuerdos y que los colombianos refrendaríamos los acuerdos antes de finalizar 2013, con lo cual la reelección presidencial era solamente un trámite electoral.

Hoy lo que tenemos es una guerrilla que mintió porque tregua no hubo y una guerrilla que insististe que lo que sobra es tiempo y que la negociación puede durar lo que ellos  quieran, porque mientras la comandancia está en La Habana, la militancia sigue con actos terroristas y bajo la acción de las Fuerzas Militares y de Policía.

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