Lobos vestidos de ovejas
Uno de los retos más importantes de la iglesia católica es el
reconocimiento de los casos de abuso
sexual que se han denunciado en varios países del mundo cometidos por
sacerdotes y miembros del clero; que han pasado de agache para la jerarquía y
no han sido castigados ejemplarmente.
Aunque la mayoría de los casos son denunciados muchos años después de
cometidos, no ha habido avances significativos en las investigaciones y lo que
es peor no ha habido sanción a quienes han cometido estos actos vergonzosos.
La jerarquía católica ha hecho caso omiso de las investigaciones,
pasa de agache y hace oídos sordos al pedido mundial para que se investigue a
fondo a los sacerdotes y miembros del clero que han sido acusados de pederastia.
Ya es hora que se conozcan resultados y se castigue a quienes han cometido este
delito y utilizan la fe como escudo para evadir la justicia.
Lo más preocupante es que para evitar escándalos, la
jerarquía católica obstaculiza las investigaciones, no solo porque no reporta
estos casos sino que incurre en encubrimiento de los sacerdotes pederastas enviándolos
a otros lugares evitando así su captura o que enfrenten la justicia.
En un análisis publicado por Wikipedia se relacionan algunos
casos cometidos por sacerdotes y religiosos católicos y responsabiliza a los
dos últimos papas de hacer maniobras para evitar el escándalo generando
impunidad en las investigaciones.
“En los últimos años,
han cobrado relevancia los casos de Irlanda, Estados Unidos y Alemania, donde
las autoridades locales han encontrado culpables a sacerdotes católicos de
cientos de acusaciones de pedofilia. El escándalo ha alcanzado a congregaciones
como la Legión de Cristo; ocasionó la renuncia de los obispos irlandeses de
Cloyne, John Magee, y de la diócesis de Kildare y Leighlin, James Moriarty,6 quienes
reconocieron haber sido negligentes ante las denuncias de pedofilia por
sacerdotes en sus diócesis; y ha llevado a la cárcel a varios sacerdotes
católicos romanos. En abril de 2010, Roger Joseph Vangheluwe dimitió como
obispo de Brujas por haber abusado sexualmente de un joven cuando era sacerdote
y al comienzo de su episcopado.7 Organizaciones de víctimas de pedofilia han
señalado que los papas Juan Pablo II y Benedicto XVI tienen algún grado de
responsabilidad al haber encubierto abusos, o bien omitido las denuncias”
En Colombia
Según la publicación de Wikipedia: “En el 2010 fue capturado un clérigo que recibió una condena de 18 años
y 4 meses por violar a dos niños de siete y nueve años en el Tolima. El clérigo
había huido de la justicia por casi tres años. En julio de ese mismo año
capturaron un sacerdote llamado William de Jesús Mazo Pérez, quien violó al
menos tres menores de edad al oriente de Cali.
En un programa
periodístico del país se publicó un informe de un sacerdote que era
representante de una fundación para niños, acusado de abuso sexual por parte de
una profesora de la fundación, a varios menores de edad. Éste pesar de las
denuncias, nunca fue procesado judicialmente, pero el Instituto Colombiano de
Bienestar Familiar le impidió seguir con la fundación. En este mismo informe se
presenta a un sacerdote, vicerrector de un colegio del sur de Bogotá, sobre
quien el programa tenía un vídeo en el cual éste abusaba sexualmente de un
menor de edad practicándole sexo oral. El video fue grabado por alumnos del
colegio quienes lo entregaron a un miembro de la policía nacional. Sin embargo,
pese a estas denuncias el sacerdote solo fue trasladado a otra diócesis”.
Pastores evangélicos
Pero esta aberración no es exclusiva del clero católico,
también se han dado casos como el recientemente conocido y que tiene como
protagonista al pastor evangélico de la secta Salem, Álvaro José Gámez Castro,
a quien la Fiscalía investiga por hechos ocurridos en el departamento de
Nariño, luego de que varias de sus feligreses lo acusaran de abuso sexual.
Aunque había huido a Honduras, las autoridades lograron su
recaptura y en la actualidad está pendiente del proceso por cinco denuncias de
presunto abuso sexual, que fueron presentadas por varias de sus víctimas.
Dentro de las pruebas también obran videos y testimonios de varias mujeres que
lo señalan de utilizar su devoción para abusar sexualmente de ellas.
Estamos frente a hechos que deben ser no solo investigados
sino castigados con todo el peso de la ley, no podemos seguir siendo
espectadores pasivos de denuncias que no avanzan sino que debemos levantar una
voz firme para que no queden en la impunidad. Como sociedad no podemos permitir que se siga utilizando la fe
como escudo para evadir la acción judicial ni que haya más lobos vestidos de
ovejas.
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Aura Nelly