¿Y los derechos de mi hijo?
Hacer público tanto dolor y tanta injusticia no es fácil, pero a veces no queda otro camino. Se cierran los espacios, el tiempo pasa y se sigue por el camino tormentoso de la imbecilidad, el egoísmo y la estupidez. Tal vez usted tuvo la oportunidad de leer mi carta a un hijo ausente http://www.sincandado.com/2013/05/carta-un-hijo-ausente.html (6/02/15) y pudo entender que ese dolor comenzó desde el mismo momento en que ese ser deseado y anhelado se encontraba aún en el vientre. Dos años después de su nacimiento y de ausencia volví a hacer publica la situación en un texto que reflejó el mismo sentimiento de frustración porque a pesar de una decisión judicial a mi favor nada cambió: http://www.sincandado.com/2015/10/24-meses-de-ausencia.html (17/10/15). Un mes después no aguanté las ganas y regresé a la palabra escrita para decirle a Ismael Contreras que esta lucha seguirá y que a pesar de todo, aquí estaré con la armadura puesta y con el deseo de que un día sentados fren