Una paz que divide
El próximo domingo se cumple
una de las jornadas electorales más importantes en la historia del país. Decidiremos si se avala
o no el acuerdo gobierno-Farc para la
terminación del conflicto.
Y aunque las últimas
encuestas muestran, en algunos casos, el descenso del SI y el aumento del NO, queda
la preocupación por la abstención. Esto nos debe mover a participar activamente
en la justa electoral del 2 de octubre, cualquiera que sea nuestra decisión de
voto. Participemos!!!
Cifras
y Conceptos: SI 62% NO 38%
IPSOS:
SI 66% NO 34%.
Datexto:
SI 55% NO 36.6%
Centro Nacional de Consultoria SI 65% NO 29%
Carlos Ariel Sánchez SI 56% NO 42%
Según esos resultados, la participación apenas alcanzaría un 35 por ciento en promedio de los
ciudadanos habilitados para votar. Es decir, estamos frente al grave escenario
de una abstención que volverá a aparecer
como ganadora. Un porcentaje bajo de votación que pone en entredicho la
legitimidad de cualquier resultado del plebiscito por la paz.
El llamado es a que tomemos conciencia sobre lo
que está en juego. Usted y yo tenemos en nuestras manos una decisión
importante. Tome la determinación que le parezca más adecuada pero participe
con su voto, exprese en las urnas su
pensamiento. Si le parece que es un buen acuerdo vote SI. O si cree, por el contrario, que es malo y
que se debe renegociar vote NO.
No permita que otro decida
por usted. Asuma su responsabilidad y ejerza el derecho que la democracia le
brinda. Este es un momento crucial de la historia de nuestro país y podemos
hacer parte ella.
Las encuestas se han
convertido no sólo en un termómetro para medir la temperatura política del
momento, sino que también refleja una realidad que vive el país: una paz que
divide.
El plebiscito desnudó esa
situación. Hay quienes creen que fue una convocatoria innecesaria y que, aunque
fue un compromiso presidencial refrendar el acuerdo, lo que terminó por
suceder, es que agudizó la polarización. Y no sólo profundizó la división
política, muchas reuniones familiares terminaron en discusiones, muchos amigos
dejaron de serlo y compañeros de trabajo dejaron de hablarse.
Son muchos los testimonios
que se podrían recoger de situaciones similares. Lamentablemente ese anhelo de
paz que fue el propósito nacional durante 50 años se ha convertido en un factor
de división. Y lo ha sido por factores defendidos con vehemencia dependiendo
del sector que los difunda. Si es desde el gobierno, se ha advertido que a
pesar de ser un acuerdo de paz imperfecto fue lo que se negoció y no se puede
modificar ni una letra. Si es desde la oposición, los cuestionamientos a temas
como la justicia transicional, el otorgamiento de curules y la impunidad, se
considera que son razones suficientes para
votar por el NO y que de ganar esa opción, sería obligatorio renegociar.
De manera que estamos frente
a un panorama incierto, porque a pesar de que las últimas encuestas le dan al
SI un amplio margen, el incremento del NO puede amenazar el triunfalismo que
muchos comienzan a pregonar desde sus esquinas políticas. Según el cálculo de
las encuestadoras el SI obtendría alrededor de 6 millones de votos y el NO 4
millones y medio de votos. Repito que resultaría imperdonable que la abstención
lograra “las mayorías” teniendo en cuenta que estamos ante una de las
elecciones más importantes de nuestra historia republicana.
Es el momento de decidir.
Salgamos a votar.
NOTA: A
través de mi cuenta en Twitter @jcontrerasa realicé una encuesta en la que
votaron 681 personas: SI 50% NO 43% SE
ABSTENDRÁ 4% NO HA DECIDIDO 3%.

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