Tira y afloje
No han terminado de sentarse a la mesa de negociaciones de paz entre el
gobierno y el Eln y, las partes, ya entraron en una etapa de tira y afloje, en
una especie de medición de fuerzas en el que el único perjudicado es el pueblo
colombiano. En este caso por la
exigencia de un cese del fuego.
Basta recordar que la demora en el inicio de estos diálogos se produjo
por otro tire y afloje, en aquella ocasión, por la liberación del
excongresistas Odín Sánchez. Esa exigencia loable tuvo en vilo el proceso
porque según el ELN no era condición sino era producto de diálogos en la mesa. http://www.sincandado.com/2016/05/exigencia-tardia.html
Independientemente de lo que haya sido, finalmente los delegados del
Gobierno Nacional y del ELN están en Ecuador en el inicio de un segundo ciclo
de conversaciones. Pero ahora hay otra talanquera. El proceso está en riesgo
nuevamente. Los atentados terroristas en Bogotá y en la vía al llano, que se
adjudicó el ELN pone sobre el tapete otra discusión no menor. http://caracol.com.co/emisora/2017/02/27/bogota/1488172873_770023.html
Quedamos entonces frente a una gran disyuntiva: Cese unilateral del
fuego, cese bilateral del fuego o negociar en medio del conflicto.
Una vez el grupo guerrillero reconoce la autoría de estos atentados el
negociador del gobierno Juan Camilo Restrepo Salazar escribió en su cuenta de
Twitter “Si el ELN cree que con actos terroristas como el de la Macarena (cuya
autoría ahora reconoce con cinismo) va a presionar un cese al fuego. Esta muy
equivocado. El cese al fuego se alcanzará cuando el ELN comprenda que a él se
llega desescalando, no escalando el conflicto”.
El Ministro del Interior, Juan Fernando Cristo refuerza la tesis gubernamental
“Se equivoca en forma grave el ELN. Con atentados contra ciudadanos y fuerza
pública no se llegará a cese al fuego. Se pone en riesgo la mesa. La violencia
del ELN genera con razón desconfianza e incredulidad entre los colombianos en
su verdadera voluntad de paz”.
Así las cosas, hay una exigencia válida que respalda la sociedad NO más
atentados terroristas, no más muertos por causas asociadas al terrorismo.
Válida esa solicitud. Sin embargo, frente a estas declaraciones hay un pero
enorme que vale la pena analizar. No se trata de justificar ninguna acción que
va en contra de la sociedad. A lo dicho por los funcionarios gubernamentales el
ELN respondió: “El Gobierno de Juan Manuel Santos puso tres condiciones para
establecer diálogo con el ELN, recordamos: 1. Diálogo Directo 2.Diálogo en
medio del conflicto y 3.Diálogo por fuera de Colombia. Desde un inicio el ELN
ha propuesto el cese bilateral”.
Volvemos al dilema: Qué es lo que se exige en realidad y que se pactó
para el inicio de los diálogos. El punto 2 de las condiciones dice que se
negociará en medio del conflicto, es decir en medio de los secuestros, los
atentados terroristas, de la extorsión. Todos estos actos son repudiables y
deben ser rechazados. No queremos que la sociedad los siga sufriendo, pero fue
lo que se acordó. Entonces ¿Por qué no pensar mejor en un diálogo con cese
bilateral del fuego? Un cese bilateral verificable y que permita que cualquier
violación del mismo sea respondida con las fuerzas legitimas del Estado.
Claro que hay que exigirle al ELN que deje de atentar, que deje de
secuestrar, que deje de extorsionar pero mientras esté abierta la puerta de
negociar en medio del conflicto se le está permitiendo hacerlo. La sociedad
reclama que todas esas acciones terminen pero no dejemos resquicios.
Es menester respaldar al Gobierno Nacional en esa exigencia, ni más
faltaba, pero ¿Por qué no cerrar la puerta definitiva a que se repitan hechos
como el de La Macarena o el de la vía al Llano?
Dejar ese tire y afloje y lograr acuerdos definitivos que consolide la
paz en Colombia es lo que se pide.
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