Crimen atroz
El caso del médico Fabián Herrera Merchán no puede terminar en una fría
cifra en las estadísticas de los índices de homicidios en Bogotá. La ciudadanía
exige claridad sobre lo que sucedió porque existen muchas dudas sin resolver y
porque los responsables deben pagar por este crimen.
Si bien en 2016 los homicidios se redujeron un 6% y en los primeros
cuatro meses de 2017 han caído un 9.1% según el Distrito, siguen sucediendo
casos que conmueven y nos debe llevar no solo a la reflexión sobre lo que sucede
en la ciudad sino que se deben pedir resultados en las investigaciones para que
no queden en la impunidad.
Existen muchas inquietudes sobre lo que sucedió en la madrugada del
martes 30 de mayo cuando el médico Herrera Merchán abordó un taxi después de salir
de un sitio de rumba en la zona T y que pasó los siguientes cuatro días cuando
fue hallado su cuerpo sin vida envuelto en dos costales plásticos, sin ninguna
de sus pertenencias en un paraje desolado en la calle 81 sur entre carreras 11 y 12, en
el sector boscoso del barrio Compostela Tres, de la localidad de Usme.
Todo parece indicar que se trata de un caso de paseo millonario como
quiera que en uno de los seis videos recopilados por las autoridades de las cámaras
de seguridad en ese sector de la zona T calle 85 con carrera 15 “se observa que el médico sale del sitio
caminando, por sus propios medios, no tambaleante. Las mismas imágenes muestran
cuando dos personas se le aproximan y cruzan con él unas pocas palabras”.
Las imágenes permitirían señalar que el médico Herrera fue víctima de
una dosis concentrada de escopolamina que pudo haber sido fatal al combinarse
con el alcohol que la víctima había tomado en la fiesta en la zona T.
Rastreadas las cuentas bancarias se
estableció que durante el amanecer del martes y en el transcurso del día no
hubo retiro de dinero lo que llevaría a concluir que no les alcanzó a dar el
número de sus claves a sus victimarios por los efectos de la intoxicación. Esa
sería la razón por la que la hora de la muerte reportada por Medicina Legal se
fijó en la mañana del jueves, 48 horas después de la desaparición.
¿Qué pasó en los días siguientes a la desaparición? Las autoridades
tratan de encontrar el sitio donde los delincuentes lo mantuvieron secuestrado y
donde habría falleció. La casa está en el
sur de Bogotá y el cuerpo fue movido en la madrugada del viernes, cuando los criminales
lo arrojaron a una cuneta.
Estamos frente a un concurso de delitos que se habrían cometido contra
el médico Herrera comenzando por el de secuestro extorsivo, homicidio agravado
y hurto.
De acuerdo con el Artículo 169 del Código Penal: “El que arrebate, sustraiga, retenga u oculte a una persona, con el
propósito de exigir por su libertad un provecho o cualquier utilidad, o para
que se haga u omita algo incurrirá en
prisión entre 26 años 6 meses a 42 años. Igual pena se aplicará cuando la
conducta se realice temporalmente en medio de transporte con el propósito de
obtener provecho económico bajo amenaza”. Entre tanto el Articulo 103 del Código
Penal prevé que “El que matare a otro,
incurrirá en prisión de 17 años 3 meses a 37 años 5 meses”.
Reclamamos respuestas a las dudas que se mantienen en torno a este caso.
Se debe pasar de la indignación y la simple estadística a la acción. Se
necesitan resultados concretos de las autoridades para que los autores de este
crimen vayan a cárcel. Se requiere claridad sobre si este hecho fue cometido
por una organización criminal dedicada al paseo millonario que opera en la zona
T.
Hoy tenemos una familia de luto sufriendo por el crimen del médico
Herrera Merchán, mañana podríamos ser nosotros o nuestros allegados. La
información ciudadana es vital para esclarecer este y muchos otros homicidios.
El llamado es a la colaboración con las autoridades para que los responsables
paguen por sus delitos.
Fabián Herrera Merchán
Fabián Herrera Merchán
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